La moral o moralidad (del latín mos, moris, ‘costumbre’ y de ahí moralis 'relativo a los usos y costumbres') son las reglas, posicionamientos, normas o consensos por las que se rige y juzga el comportamiento o la conducta de un ser humano en una sociedad (normas sociales). En ese enfoque lo que forma parte del comportamiento moral está sujeto a ciertas convenciones sociales y no forman un conjunto universalmente compartidos. Por otra parte la mayor parte de las sociedades humanas parecen compartir un núcleo de consensos sobre la inaceptabilidad de ciertas conductas, ampliamente rechazadas (entre ellas la mentira ventajosa, el causar grandes daños a personas inocentes o desvalidas, etc.)
beneficios de la moral
En el nivel más elemental, la observancia de los cinco preceptos protege a alguien de caer en problemas con la ley, asegurando inmunidad al menos al castigo temporal, al considerar estas acciones cubiertas por los preceptos. Matar, robar, cometer adulterio, rendir testimonios falsos y comportarse irresponsablemente por causa de estar bebido, son causas penadas por la ley. Alguien que asume los cinco preceptos evitará los castigos consecuencia de estas acciones a través de abstenerse de las acciones que los provocan.
La observancia de los preceptos acrecienta otros beneficios temporales. Seguirlos ayuda a establecer una buena reputación en medio de los sabios y virtuosos. En un nivel más interno conduce a una clara conciencia. Las repetidas violaciones de los principios éticos fundamentales, aún si escapan a la detección, tienden a crear una conciencia perturbada - el dolor de la culpa, la inquietud y el remordimiento. Pero el mantener los preceptos conduce a estar libre de remordimientos, a un alivio de conciencia que puede evolucionar en la "dicha libre de culpa" (anavajjasukha), cuando revisamos nuestras acciones y comprendemos que ellas son sanas y buenas. Esta claridad de conciencia fomenta otro beneficio, la habilidad para morir en paz, sin temor o confusión. En el momento de la muerte, las diferentes acciones que hemos ejecutado regularmente en el curso de la vida, ascienden a la superficie de la mente, proyectando sus imágenes como películas en pantalla. Si las acciones insanas fueron prevalentes, su peso será predominante y causarán temor al aproximarse la muerte, conduciendo a un fin confuso y doloroso. Pero si las acciones sanas fueron prevalentes en el curso de la vida, tomará lugar lo opuesto: cuando la muerte llegue seremos capaces de morir en calma y en paz.
limitaciones
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